No hay nada más característico de la Navidad, que un hermoso pino adornado con esferas, luces de colores y una estrella brillante en la punta. Claro, acompañado por regalos de distintos tamaños bajo y algunos adornos extra que envuelven cada hogar en el ambiente navideño que tanto disfrutamos año con año. Pero, ¿cuál es el camino que recorre un árbolito de navidad para llegar hasta nuestras casas? ¿Cómo es el proceso que se debe seguir en la importación de árboles de navidad?
Dado que es un artículo con gran demanda en toda la república mexicana, existen normas bien establecidas para su comercialización. De acuerdo con la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA) cada año ingresan a México, 900 mil árboles de navidad en promedio. La NORMA Oficial Mexicana NOM-013-SEMARNAT-2010 es la encargada de regular la importación de árboles de navidad.
En ella están asentados todos los requisitos documentales y físicos que los arbolitos deben cumplir al momento de llegar a la aduana para ser inspeccionados. En esta norma se especifica claramente cuáles son las especies que se pueden importar y cuáles no; así como las plagas que son cuarentenarias y que no pueden tener los arbolitos de navidad al momento de su ingreso a México.
En promedio, un árbol de navidad crece un pie por año (1 ft). Los arbolitos que más se venden son los de 5 y hasta 9 ft. De tal manera que debemos esperar entre 5 y 9 años para disfrutar de su compañía y ese aroma tan agradable que inunda nuestros hogares cada Navidad.
Para Estados Unidos, la crianza de pinos de navidad es uno de los negocios más rentables. Cada año, se siembran y talan hectáreas completas para satisfacer la demanda de este producto. El estado de Oregon, en Estados Unidos, hacia el área boscosa de Portland, está lleno de granjas de arbolitos. Desde ahí mandan arbolitos a todo Estados Unidos, inclusive algunos también se envía en barco a Europa.
Es de este lugar de donde provienen la mayoría de árboles de navidad que ingresan a México. Allá se cultivan, se cortan allá, los acomodan en un camión, los cubren con hielo y comienza su viaje hacia la frontera con nuestro país. Estos camiones, cargados con arbolitos de navidad llegan a todo lo largo de toda la frontera México – Estados Unidos. Sin embargo, las aduanas por donde más arbolitos ingresan a territorio mexicano son Tijuana, Mexicali y San Luis Río Colorado.
El primer paso para para lograr una exitosa importación de árboles de navidad es presentar toda la documentación requerida ante Profepa. Esta instancia se encarga de hacer la revisión documental para asegurar que todo esté en orden. Entre otros requisitos, se aseguran de que se presente la factura correspondiente, el registro de verificación y el certificado fitosanitario internacional.
En este último documento se debe incluir claramente el nombre del importador, la cantidad de arbolitos que se están presentando para importación y de qué especie son. Si documentalmente falla algo, la importación no podrá llevarse a cabo.
Si todo está en regla con los documentos, la revisión documental es aprobada y se procede con la revisión física de los arbolitos.
De acuerdo con la NOM-013-SEMARNAT-2010, se deben descargar los árboles para muestrarlos al azar. Esta revisión está a cargo de PROFEPA. Se eligen entre 10 y 15 arbolitos, los ponen sobre una manta blanca y los sacuden. Todo lo que caiga después de sacudirlos es revisado minuciosamente.
En esta revisión física es común encontrar insectos, arañas, incluso ratones dormidos que viajan como polizontes en los camiones gracias a la refrigeración. Sin embargo, lo que la autoridad sanitaria está buscando realmente son insectos de plagas cuarentenarias.
Por ejemplo, para revisar si hay presencia del gusano barrenador, cortan la punta del tronco, lo quiebran y si ven una huella, existe la posibilidad de que haya plaga. Entonces, continúan cortando el tronco del árbol muestra y, en caso de encontrar realmente al gusano, se establece que los árboles de navidad tienen plaga y el cargamento no podrá cruzar la frontera.
Todas las posibles plagas que causarían la no importación de árboles de navidad, están claramente estipuladas en la NOM-013-SEMARNAT-2010. Entre otras, las más comunes son provocadas por insectos, ácaros y hongos patógenos.
En la categoría de insectos, se contemplan el gusano barrenador, la véspula germánica, la polilla y los gorgojos, entre otras especies.
Si al hacer la revisón física se encuentran con alguna de estas plagas, se debe tomar una muestra y mandarla al laboratorio central de Semarnat en México. Los camiones se quedará detenidos hasta conocer el dictamen. Al recibir la muestra, la Semarnat cuenta con 72 hrs para contestar con un oficio y especificar si lo encontrado en la revisión física es una plaga. Si, efectivamente, se dictamina como plaga, hay dos opciones: la incineración de los árboles o el retorno de la mercancía a su lugar de origen.
En caso contrario, cuando no se determina como plaga, felizmente el proceso de importación podrá continuar para que los árboles de navidad continúen su viaje. Se liberan los camiones y algunos reanudarán su camino hacia distintas ciudades de México. En el caso de la frontera de Tijuana, un buen porcentaje de los cargamentos de árboles de navidad que ingresan a México por este punto aduanal, se quedan para ser distribuidos en Baja California.
En Solución Aduanal Integral SAI empezamos a platicar con nuestros clientes desde el mes de agosto. Lo primero que hacemos es revisar minuciosamente que todos sus documentos estén completos. Ellos, por su parte, deben encargarse de revisar los árboles de navidad para asegurarse que no tengan plagas.
Esta planeación nos da la ventaja de tener todo en regla. De esta manera, cuando su cargamento llegue a la aduana para su importación, no se presente ninguno de los problemas que hemos descrito.
El año pasado (2019) importamos alrededor de 120 camiones y solamente en uno se encontró plaga. La planeación que realizamos con nuestros clientes en este proceso, nos permite tener un margen de error muy bajo. Hace dos años, en 2018, ninguno de los camiones que importamos fue rechazado.
Entonces, el trabajo con nuestros clientes comienza desde agosto. Coordinamos todo el viaje de los arbolitos, desde que salen de la granja hasta que llegan a la frontera, cruzan a México y se distribuyen en ciudades como Tijuana, Mexicali, León, Guadalajara o Monterrey.
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